Colorín, colorado…

Fin de la historia europea para el Real Madrid. Lo que parecía que iba a ser un camino fácil hacia el décimo título europeo, se ha convertido hoy en el fin de un cuento complicado y complejo que desde mi punto de vista tiene varias causas:

1. Estado Físico: Una mala planificación física es la culpable de que el equipo haya llegado tan justo. Pocas rotaciones en las tres competiciones que implican jugadores clave con muchos minutos acumulados.

2.Planteamiento táctico: Para mí Mourinho se ha equivocado, el planteamiento quizás fue adecuado  en la ida, pero insuficiente para remontar una eliminatoria jugando en casa. Remontar una eliminatoria sin la posesión es tarea complicada por mucha pegada que tenga el equipo. Regalarle la posesión del balón a un rival que sabes que no es superior a ti y jugando en casa teniendo que remontar la eliminatoria me parece una decisión bastante desacertada.

3.Carencia creativa: Falta un hombre que mueva el balón hacia atrás y hacia adelante en el mediocampo, que tire constantemente desmarques de apoyo, que haga mover al equipo de manera dinámica y en pocos toques y que definitivamente sea capaz de enlazar la defensa con los hombres más ofensivos, esto es sacar el balón jugado desde atrás de una manera cómoda. Granero entró tarde en el partido.

4.Fallo en la lectura del juego: Ganando 2-0 con un Madrid sublime en los primeros 15 minutos, el equipo se hecha atrás, generando muchas dudas defensivas y perdiendo por completo la posesión. Tener el balón, pausando el ritmo de juego y asumir el control total del partido.

En definitiva, un Real Madrid teóricamente superior no ha podido con un Bayern de Munich que ha estado mucho mejor plantado tácticamente en los dos partidos que los blancos, ha intentado dominar y controlar ambos partidos y lo ha conseguido. Controlar el parrtido era lo necesario para contener a un Bayern peligroso.

A partir del descanso me ha sorprendido ver el respeto mútuo entre ambos equipos que ha hecho que el partido se volviese más táctico, con escasas ocasiones aunque desde mi perspectiva, más seguridad y control por parte del equipo bávaro.

Una vez llegado a los penaltis, la balanza se decantó para un Bayern que fue superior en los dos partidos y que jugará la final en su propio estadio.